sábado, 25 de agosto de 2012

Te sigo echando de menos...

Ya hace más de 1 año desde que te fuiste, pero yo sigo recordándote y sigo echándote de menos.

Cuando voy por la calle, me fijo en todos los perros y aunque no se parezcan a ti, siempre hay algún rasgo que me recuerda a ti. Por ejemplo, que tenga un color parecido al tuyo, que tenga un pelito tan suave como el que tenías tú o que tenga el morrito aplastado con la mandíbula inferior un poco tirada hacia fuera...

Recuerdo que podía pasarme horas tocándote el morrito, justo por encima de tu naricita, mientras tú entrecerrabas los ojos y dejabas caer tu peso sobre mis piernas.

Recuerdo todos los días algo de ti y aún a día de hoy, aunque ya no viva en la misma casa, hay días que al abrir la puerta tengo la sensación de que tú estarás detrás de ella y me deleitarás con el festival de mimos y lametazos que me dabas todos los días al llegar a casa, acompañados con los efusivos movimientos de cola, cola que parecía que en cualquier momento se iba a partir.

No voy a olvidarte nunca, de hecho no puedo. Tampoco quiero.

Formaste parte de mi vida durante 13 años y no puedo olvidar eso. Te vi crecer, me viste crecer y eres parte de todos los recuerdos que he tenido en ese tiempo.

Ahora al recordarte puedo hacerlo sin llorar, sin hacer pucheros, aunque sigo emocionándome cuando pienso en ti. No puedo evitarlo.

Porque eres mi pequeña y siempre lo serás.

Porque tú cuidaste de mi y sé que desde el cielo de los perritos, nos observas desde un agujerito.

Sólo quería que supieras lo mucho que te echo de menos y lo mucho que pienso en ti.

Te adoro y nunca de los jamases, dejaré de pensar en ti.

sábado, 18 de agosto de 2012

La Historia de Mixto y Mixta

Os voy a contar la historia de Mixto y Mixta.

Mixta trabajaba en un lugar, donde también trabajaba Mixto, pero Mixta no conocía a Mixto. Lo había visto alguna vez, pero se puede decir que no conocía a Mixto y ni siquiera había cruzado alguna palabra con él, por pequeña que fuera.

Mixta un día organizó una actividad entre compañeros de trabajo y uno de ellos, trajo a Mixto: Mixta conoce y habla por primera vez con Mixto, si Mixta no recuerda mal.

Llega fin de año. Mixto escribe a Mixta felicitándole el año. Mixta le contesta al día siguiente.

Días después, Mixta propone ir al cine a Mixto. Mixto acepta y va con ella al cine, aún teniendo fiebre y tener revuelta la barriguita. Mixta se da cuenta que con Mixto puede mantener largas conversaciones, tan largas que después del cine, el camarero del bar donde fueron Mixto y Mixta les indicó que iban a cerrar.

Después de quedar para ir al cine, Mixto un día escribe a Mixta preguntándole si le apetecía hacer un café. Mixta acepta y cuando llega Mixto a su barrio, le enseña los sitios importantes para ella y finalmente toman café en un bar con sofás y sillones rojos, donde Mixta se vuelve a dar cuenta y confirma que con Mixto el tiempo pasa volando. Mixta quiere más tiempo con Mixto.

La próxima vez que Mixto y Mixta quedan, ya es para ir a cenar a un sitio donde los camareros no ven y donde tú mismo tampoco ves. Fue una cena a oscuras, pero Mixta no había visto nunca tanta luz en tanta oscuridad. Al salir Mixta se da cuenta que le gusta Mixto y siente mariposas en el estómago. Las mariposas se acentúan cuando Mixto, al cruzar la calle, pone una mano en su cintura, para ayudarle a cruzar, aunque la quita inmediatamente, supone Mixta que por vergüenza. Mixto y Mixta llegan a la parada del autobús, y se despiden. Mixta siente que Mixto le gusta, y le gusta de verdad.
De camino a casa, a sus respectivas casas, Mixto y Mixta hablan por el móvil y Mixto confiesa a Mixta que le gusta, que se ha quedado con ganas de besarla al despedirse antes. Mixta no se lo puede creer y piensa que es la más afortunada de todas las Mixtas del mundo.

Después de esta última cita, Mixto y Mixta vuelven a quedar, habiéndose confesado el uno al otro que se gustaban. Nada más bajar del coche de Mixto, llegar a su destino y pisar tierra firme, Mixto sin mediar palabra besa a Mixta. El beso más bonito que ha podido existir entre Mixtos y Mixtas, ya no del mundo, sino de todo el Universo.

A partir de ese día, Mixto y Mixta ya no se pueden separar. No pueden vivir el uno sin el otro. Las despedidas cada domingo eran tan duras, que Mixto y Mixta decidieron irse a vivir juntos.

Y allí siguen, contentos y felices, sintiéndose afortunados de tenerse el uno al otro. Y pensando con casi total certeza, que su historia, la Historia de Mixto y Mixta es real y que será para toda la vida, al menos, eso es lo que desean.